domingo, 28 de julio de 2013

(1) El Espíritu en el Hombre


LIBRO DE URANTIA Y TEOSOFÍA

Estudios comparados

El Espíritu del hombre

La palabra “espíritu” ha sido empleada por distintos escritores con significados diversos, lo cual ha producido confusión conceptual en los estudiantes.

Corrientemente se la hace sinónimo de “alma”, lo cual no es correcto, si hemos de ‘hilar fino’. También el vulgo le llama “espíritus” a los espectros de los muertos, siendo esto igualmente incorrecto, ya que esos son tan solo “cascarones” o “sombras” de las almas desencarnadas, o bien como se les llama popularmente “fantasmas”, pero nunca “Espíritus”, si hemos de emplear bien la palabra…

En las enseñanzas teosóficas, la palabra “Espíritu” se aplica únicamente a lo que pertenece directamente a la Conciencia universal, y que es su emanación homogénea y pura.

El Espíritu no es una “entidad” en el sentido de tener forma, (es amorfo, sin forma)

El Espíritu es informe e inmaterial, y cuando está individualizado, es de la más elevada sustancia espiritual. Es esencia divina.

                                                                              (Párrafos del Glosario Teosófico.- Blavatsky)


El ESPÍRITU es, en síntesis, una Presencia Misteriosa, Universal,  de todo lo que existe.
Es la Divinidad eterna y absoluta inherente a todo.


En Teosofía, “Atman” (sánscrito) es el Espíritu universal puro, y también es el 7° Principio en la constitución septenaria del hombre. Es decir que, en el hombre, su principio constitutivo más elevado es Atman, Espíritu. El siguiente principio, el 6°, es Buddhi, (emanación y vehículo de Atman).

La Mónada, palabra del griego, ‘monas’: unidad, es otro nombre que suele emplearse en Teosofía para referirse al Espíritu.

La palabra MÓNADA es el Espíritu Uno, indiviso; pero se la emplea también de diferentes maneras. Veamos:

La Mónada Universal es el Logos, del cual emanan a modo de Chispas o Rayos, las mónadas vírgenes o ‘fragmentos’ de esa Divinidad universal, que irán a evolucionar a través de las formas mineral, vegetal, animal y humana. Todas esos "fragmentos" de la Gran Mónada Divina Universal están indivisiblemente unidos a la Fuente que les dio origen; por eso esas "chispas divinas" también pueden ser llamadas "mónadas", por que todas forman parte de la Gran Divinidad: 'UNIDAD'.

El objetivo de la emanación divina de esos “fragmentos espirituales”
es la generación de CONCIENCIA a través de la evolución temporal-espacial.


Como se dijo, la palabra mónada se utiliza de diferentes maneras. Por este motivo en Teosofía se habla de mónada mineral, mónada vegetal, mónada animal y mónada humana para referirse a las “Chispas del Espíritu universal” que animan tales reinos durante el progreso evolutivo. Pero no hay que olvidar que todas las mónadas son fragmentos indivisibles de una única Divinidad Universal; de allí el término: “MÓNADA”: UNIDAD.

En esoterismo también se emplea la palabra mónada para referirse al aspecto trino del Espíritu, o Tríada unificada: “Átma – Buddhi – Manas. A esta trinidad se le llama “Mónada humana”, mientras que a ‘Atma’ solo, o a ‘Atma-Buddhi  se le llama “Mónada Divina” (sin manas, por que manas no es necesariamente inmortal, dependiendo esto del logro de la evolución, mientras que Atma y Buddhi, sí son inmortales).

En realidad el Espíritu o Mónada es Uno, pero emana de sí mismo esos otros aspectos, lo cual convierte al UNO en TRES. Este es el misterio de la Trinidad cristiana, o Trimurti de los Indos.

Las mónadas son, pues, rayos espirituales de la Divinidad Absoluta, que se proyectan y conectan a los reinos inferiores de la mente y de la materia para iniciar e impulsar los procesos evolucionarios, que con el tiempo, darán como fruto: CONCIENCIA.

La evolución de la Conciencia es sinónimo de evolución del alma.

Obsérvese que el Espíritu es la energía suprema de la voluntad divina impulsando la evolución del alma o conciencia; por lo tanto de esto se deduce que alma y Espíritu pertenecen a regiones o planos diferentes. El Espíritu es el principio más elevado en el hombre, el alma es su aspecto evolucionario intermedio, mientras que la personalidad es el aspecto material o más ‘bajo’ del hombre. En esoterismo se suele decir que el alma es un “reflejo” de la Mónada, y que la personalidad es un “reflejo” del alma.

Aclaramos entonces, todo lo que existe en el reino de las formas, no es Espíritu, siendo éste más bien, la Presencia Misteriosa y eterna que anima dichas formas.

Veamos ahora qué nos dice ‘El Libro de Urantia’ acerca de “El Espíritu en el hombre” observando coincidencias y concordancias, así como algunas diferencias, con lo que nos dicen los conceptos teosóficos blavatskianos que ya hemos visto básicamente.

El ‘Libro de Urantia’ nos dice que el hombre posee un “AJUSTADOR DEL PENSAMIENTO”, al cual también llama “Monitor Misterioso” o “Monitor Divino”, que es un fragmento del “Padre o Divinidad” en el hombre.

Según este libro, el Ajustador del Pensamiento es un Espíritu, un Espíritu puro, emanado del Absoluto. Los ajustadores son “energía”; energía de la orden más elevada y divina… Son de la esencia de la Deidad original… El Ajustador es DIOS EN EL HOMBRE; es la Divinidad en el hombre. Los Ajustadores o Monitores Misteriosos son el impulso incesante que conducen al hombre a la evolución.

El Ajustador del Pensamiento no intenta jamás controlar la mente del hombre, sino que lo impulsa e influye con su Presencia silenciosa hacia la espiritualización del pensamiento. El Ajustador influye en la elevación de la mente y el desarrollo del alma (por lo tanto está por encima de la mente y del alma).

En síntesis:
El Ajustador o Monitor Divino es el Espíritu en el hombre; es más bien, un rayo del Espíritu universal animando e impulsando la evolución de la conciencia en la forma hombre.

Si observamos, veremos que lo que el Libro de Urantia llama Ajustador del Pensamiento, es lo que la Teosofía tradicional llama Atman o Mónada humana.

Aclaración: El Ajustador  no es cualquier mónada, sino solo las mónadas que han superado la evolución del alma grupo (mineral, vegetal y animal) y han entrado en la evolución del alma humana individual; es decir las “mónadas humanas”.

La palabra “Ajustador” es interesante, ya que así como Atman significa Espíritu puro, expresando la Voluntad y Propósito del Logos, el “Ajustador” es el que va “ajustando” la voluntad del hombre a la Voluntad del Logos Divino. Son claramente significados sinónimos y análogos.

Al final de la página n° 1218, el Libro de Urantia dice:

“La fusión (del ser humano) con el Ajustador señala el hecho de que el mortal ascendente ha elegido perdurablemente, y sin ninguna reserva, hacer la voluntad del Padre”.

Este “Padre” es la Mónada o Atman en el hombre, ‘Su Padre’ en los Cielos de su misma naturaleza divina. Este ‘Padre’ es el Yo Espiritual del mismo hombre. El Padre es también el Logos, del cual emanan esas mónadas, como rayos, de su propio Ser.


¿Por qué el ‘Libro de Urantia’ llama también “Monitor Misterioso” al Ajustador Divino…?

Esto es interesante… Un monitor es un fiel reproductor de imágenes, ¿no es así…? Una señal televisiva transmitida desde una central o canal, es fielmente recibida por los monitores conectados a dicha señal… Eso mismo, análogamente, es lo que ocurre con las mónadas humanas… El centro de transmisión es el Logos Divino, el cual transmite de continuo su Propósito y Voluntad. Todas las mónadas individualizadas, emanadas de su propio Ser, reciben esa señal continua como “monitores” fieles, y retransmiten esa señal (como ‘Ajustadores’) en dirección descendente hacia alma humana, en forma de impulsos sutiles constantes.

El ser humano recibe esas señales espirituales, aunque la mayoría de las veces esas frecuencias se pierden, por ser más fuertes las frecuencias de la mente material del hombre.

Es decir que, si bien el Libro de Urantia coloca como sinónimos a: “Ajustador del Pensamiento” y  Monitor Misterioso”, ambos conceptos se refieren a aspectos sutilmente distintos de la misma cosa. El “Monitor Divino” es la Mónada en su aspecto de receptor de la Voluntad Divina Absoluta, Logoica; mientras que el “Ajustador del Pensamiento” es en realidad la misma Mónada pero en su aspecto transmisor en dirección de conexión y ajuste de la mente del ser humano.

Repetimos y señalamos que ese “ajuste” no exige ni obliga a nada al hombre, sino que es un ajuste sutil, espiritual; un impulso invisible y siempre presente, al cual en algún momento de su evolución el hombre ha de escuchar, siguiéndolo por voluntad y decisión propia.


Ahora bien: ¿Por qué en ‘El L. de Urantia’ se llama a ese Monitor, “Misterioso”…?

Donde reside el “misterio”…?

El mismo libro de Urantia dice en varias oportunidades que muchas cosas referentes a los Ajustadores no se conocen, que son un misterio, aún para quienes transmiten esas enseñanzas… Pero el nombre “Monitor Misterioso” se puede referir a que el hombre jamás puede ver a ese Monitor, por que el Ajustador está más allá de su propia mente y sentidos… El Monitor Divino está más allá…, fuera del alcance de la percepción y mente humana, por lo tanto, si bien es una realidad espiritual en el hombre, es “un misterio” para el mismo hombre.

Para el hombre su Espíritu es como un gran “TESTIGO” silencioso, oculto, al cual no puede ver, pero el Testigo sí puede ‘verlo’ a él… Solo cuando el hombre se fusiona con su Mónada, es decir, con su Ajustador, puede convertirse en “Aquello”; pero para que esto llegue, un largo sendero de purificación y evolución del alma debe atravesar, en el tiempo.


Clasificaciones de los Monitores Divinos

El Libro de Urantia dice que existen categorías diversas de “Ajustadores del Pensamiento”, y da una clasificación de 7 tipos, pero aclarando que las clasificaciones de los Ajustadores pueden ser de diferentes maneras…

No enunciaremos aquí esos 7 tipos, por que no nos interesan tanto las clasificaciones, sino las esencias del conocimiento. Entre las clasificaciones, se habla de “Ajustadores vírgenes”, inexpertos, por estar vinculados en conexión álmica por primera vez a mortales ascendentes; es decir que esos Ajustadores serían ‘Espíritus Vírgenes’ por tener el primer encargo inicial para iluminar las mentes de candidatos evolucionarios. Se habla también de “Ajustadores avanzados y/o supremos” los cuales ya han tenido diversas experiencias como Ajustadores anteriormente. Considero que esos 2 tipos de Monitores Divinos son las 2 grandes categorías, en general.
Un tercer tipo de Ajustador Divino son los "Ajustadores fusionados", que son Ajustadores avanzados, es decir "Espíritus descendentes" conscientes y con experiencia, que se conectan a almas humanas evolucionarias ascendentes y jamás las abandonan; es decir que acompañan a esas almas en todo el recorrido evolutivo de su viaje al Paraíso Divino.


Inspiraciones y revelaciones propias

Los Ajustadores o Monitores Divinos son “seres”, son ‘rayos espirituales’ con diferentes grados de conciencia. En Urantia (La Tierra) existen seres humanos a los cuales podría llamárseles mortales evolucionarios ascendentes, por poseer Ajustadores Virginales, que por vez primera están en actividad de servicio evolucionario. A esos seres les podríamos llamar “ESPÍRITUS ASCENDENTES”. Estos Ajustadores Divinos, o Mónadas provienen de la emanación de Monmatia (sistema solar). O sea que el Padre de esas Mónadas es el Sol de este Sistema.

Existe otro gran grupo, pero que puede contener en sí mismo muchas sub-categorías, que podríamos llamarles “ESPÍRITUS DESCENDENTES”, por que son mónadas conscientes y experimentadas que provienen desde más allá del Sistema Solar. Llegan a las bajas dimensiones del planeta Tierra “descendiendo” desde muy elevadas regiones. Lo hacen con un propósito doble:

1-      Servir al Sistema y Planeta al cual arriban.
2-      Incorporar mayor experiencia.

En la Tierra la humanidad está “enalmada” por distintos Ajustadores del Pensamiento.
Todos los Ajustadores son de esencia divina pura, pero su origen espacial y dimensional, como hemos visto, puede ser diverso.

Este es un misterio, que poco a poco se irá develando, a medida que la consciencia humana progrese y se vuelva capaz de comprender…

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